viernes, 10 de abril de 2009

Bitácora del Argentino de las Nubes: Días de regatas 1 y 2 (2 - 3/04)


El inconveniente del primer día había quedado en el pasado y nos preparábamos para salir a correr la primera regata. El día comenzó con el acto de apertura que consistió en la izada de la Bandera Nacional y la entonación del Himno.



Se repartieron las instrucciones de regata y los números de cada barco para que sean pegados en la proa de cada Pampero. Nos tocó el 34.

Las piernas serían tres (barlo-sota-barlo con doble portón), es decir: ceñida-empopada-ceñida y en cada marca no se tendría que rodear una sola boya sino pasar entre dos y orzar o derivar una de ellas a elección.

Se terminó la medición de velas pero no se pudo hacer lo mismo con el pesaje de los barcos ya que la balanza se rompió (un test de fernet en sangre para el que pesaba!).

Almorzamos dos patys, acto que repetiríamos los dos días siguientes, y zarpamos 20 minutos antes de la largada; quiero decir que por lo menos yo estaba algo nervioso, una largada de 50 y pico de barcos iba a ser algo parecido a lo que es el cajón del curso a mitad de año. Y esto me da el pie para comentar lo que fue una de las 3 grandes proezas dentro de las 8 regatas (las otras dos son la posición final y la posición en la penúltima regata). Soplaba bastante, alrededor de 15 nudos y en la primera regata no solo largamos bien, sino que fuimos los que mejor largamos de toda la flota, sobre el top y totalmente a barlovento, sobre la boya más cercana a la lancha y con buenas. Debido a la gran largada y a la intensidad del viento que era casi justo para nosotros (un poco más no hubiese venido mal) terminamos en el puesto 12. En las otras dos que siguieron (se corrieron 3) el viento fue amainando con el paso de la tarde por lo que podemos decir que ¡caímos! a los puestos 18 y 22 respectivamente. El día fue mucho mejor de lo que alguna vez podríamos llegar a imaginar. El barco andaba muy bien con viento y muy mal con calma, pero bueno, estábamos ansiosos por ver qué nos esperaba el día siguiente.
***
La mañana siguiente nos despertamos con mucho hambre y desayunamos unas muy ricas tortas casera preparada por los caseros del club junto con las posiciones generales de la regata.
No lo podíamos creer, clavamos un 15º en la general el primer día, algo que iba a ser difícil de repetir y por lo tanto de mantener. Y como lo esperábamos fue así, las 4º, 5º y 6º regatas, corridas en el segundo día, experimentamos gradualmente lo que fue pasar de contar los que estaban adelante cuando llegábamos, a contar los que estaban atrás. Metimos puestos parejos con el rendimiento promedio(un nuevo 22º y un 24º) junto con uno bastante irregular(algo así como un 45º, no me quiero ni acordar, finalmente iría a parar al descarte), aunque nuestra impresión fue que nos habia ido bastante peor y no nos enteramos, creo recordar(si no es que estabamos 20vos luego de 6 regatas), hasta que vimos los resultados finales. Fue un momento que, a no ser que pase algún milagro, los dos sabíamos que iba a llegar, tarde o temprano, ya que la flota era muy numerosa, bastante pareja y siempre había posibilidades de repuntar o perder posiciones.

Esa noche asistimos a un asado organizado por la multitud que componía la delegación MDQ , entre ellos la tripulacion de nuestros compañeros de cuarto, Alejandro y Roberto, que corrían a bordo del Huayra Tata, donde probamos la rica carne tucumana en una casa a más 2000 msnm, en una de las partes más altas de El Mollar, desde donde se podía ver Tafi del Valle al otro lado del dique.


miércoles, 8 de abril de 2009

Bitácora del Argentino de las Nubes: Día de pruebas(1/04)


Luego de visitar El Mollar, sobre la margen sudoeste del lago que formó el Dique La Angostura, en el que pudimos conocer las comidas de la Casa de Piedra (donde habríamos de vover varias veces atraídos por sus empanadas tucumanas con limón, gran descubrimiento) y descansar en la Hostería La Angostura - emplazada casi en el cauce del río que contiene el embalse - comenzó nuestro segundo día en Tucumán.

Al ir acercándonos a la sede del TYC e intentar avistar el espejo de agua nos encontramos con unas nubes que lo cubrían completamente, el Alpa Puyo (en quechua “manto de la tierra” o “nubes sobre la tierra”). Con el transcurso del día fueron disipándose, si bien nunca dejaron de entrar subiendo desde San Miguel: algunas eran de importancia con algo de llovizna y mucha humedad, bastante frías (llegó a hacer 8ºC al caer la noche).

Estaba programado un Grand Prix en el calendario de la competencia: consisitió en una serie de regatas tipo match race de eliminación directa entre las diez mejores tripulaciones de la anterior edición, a bordo de dos pamperos en igualdad de condiciones dispuestos por la organización. Para tal efecto prestamos nuestras queridas velas nº 779, ya que no se podían usar unas "buenas" para asegurar la equidad de la prueba. En esta foto se ve como armamos el distintivo de la clase con tape y reforzamos los números identificatorios.

De todas formas nosotros no nos íbamos a quedar sin dar una vuelta previa para probar en esas aguas el casco (bautizado Santiago 3, por su procedencia y su número, sin demasiada poesía) y el mástil que ya nos habia entregado la delegacion de Mar Del Plata, al que le agregamos unas cornamusas y algunos omegas para tratar de armar un vang ("volaron" varias veces, por la tensión que manejaban). Felipe Garretón nos dió su juego y salimos mientras se disputaban las primeras martch race.

Aqui comienza la navegación:



De un momento a otro (luego de practicar varias viradas y trabuchadas, midiendo un poco el barco y nuestra coordinación) nos encontramos en la siguiente situación: a la deriva en un pampero en el Dique La Angostura. No nos explicamos mucho cómo nuestro obenque de estribor se salió y por suerte no se perdieron ni el bulón ni la tuerca que lo hacían firme (estaba todo enrollado con tape). Tomamos la iniciativa de navegar hacia la costa, en la margen opuesta de la sede del TYC, aprovechando la obra muerta y extendiendo, un poco a mano y otro poco con una caña tacuara que habíamos cargado para probarla como tangón, un pedacito del foque para ayudarnos. Siempre con mucho humor, contentos porque no nos había pasado nada y esperando poder armar la jarcia sin problemas, en última instancia planeando ir hacia la ruta que bordea el espejo a pedir una mano.

La competencia se disputaba bastante más a barlo nuestro, a veces nosotros escuchábamos los silbatos de las largadas y no llegaron a visualizarnos desde las lanchas, por más señas que hicimos.




Ya en tierra armamos el mástil y la maniobra nuevamente. Aproximadamente 1:20hs después del incidente estábamos de vuelta en el agua, encarando para cruzar todo el dique y llegar al campamento a tomar algo caliente (unos mates codidos de Hilda y Bernardo, siempre presentes con su casa rodante Dino II en la movida pamperística) ya que la inactividad y el viento empezaba a darnos algo de frío.




Continuará.-

lunes, 6 de abril de 2009

Bitácora del Argentino de la Nubes: Llegada a Tucumán(31/03)

Arribamos a la sede del Tucuman Yatch Club del dique La Angostura en Tafí del Valle luego de mas de 20hs de viaje en omnibus desde Retiro (casi no llego por un tremendo embotellamiento en el bajo, por Alem, y pudimos salir milagrosamente porque al bondi que nos iba a llevar se le rompió el aire acondicionado dos minutos antes de subir a la plataforma), incluida una combinacion en San Miguel, que se encuentra aproximadamente 50km más abajo por un camino de montaña y selva increíble.
Una vez allí, comenzamos con las tareas de preparación del casco que nos brindó la organización del Campeonato, a quien agradecemos muchísimo(debemos mencionar a Felipe Garretón, Eduardo Diaz Saravia, Agustin Calleri y todo el TYC) la posibilidad que nos dieron, ya que fueron personalmente a buscarlo junto con otros 3 cascos más en al menos dos viajes, hasta Santiago del Estero, donde la gente de las Termas de Rio Hondo, entre ellos el actual y múltiple campeón Sebastian Casadei, los tenía a disposición para facilitar la participación de las delagaciones más lejanas
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El casco era muy pero muy seco, y nos dió muy buenos resultados con vientos fuertes. La caja de orza no tenia bancada y era lo suficientemente rígida como para darnos tranquilidad, su pie de amigo era tambien muy confiable. El espejo estaba en condiciones, y si bien el herraje del obenque de estribor "bailaba" un poco, sus tornillos eran inamovibles, asi como todo su arraigo en el casco. Pudimos elegirlo entre los que se iba a asignar ya que fuimos los primeros en llegar, y entendemos que hicimos lo correcto.


Luego de limpiarlo y pasar un poco de lija(deberíamos haber llevado masilla y hacer una tarea más fina), nos dispusimos a aguardar la llegada de parte de la delegación de la Agrupacion Universitaria Náutica de Mar del Plata, quien cargaba con un mástil de un barco escuela para prestarnos. Es una muestra más de la solidaridad de la Clase. A toda la delegacion le enviamos un fuerte abrazo, ya que nos permitieron compartir con ellos muchos excelentes momentos.

De nuestra parte cargamos con un timón extra para que la organización de la competencia lo designase, y antes de que nos dijeran quién los necesitaba, en los preparativos previos, armando y poniendo a punto los barcos conocimos a los participantes de Paraná, Entre Ríos, quienes esperaban nuestro simple aporte y se colocaron en la 22va posición en la clasificación general con su pampero Patán.

Aqui el video de la llegada al TYC:



Continuará.-