Como habíamos previsto, soplar no sopló mucho (aunque después de las semanas que tuvimos no hay punto de comparación posible). Viento del N-NE, muy baja intensidad, arrancó a la mañana bien pero fue bajando a lo largo del día hasta desaparecer del todo hacia las 5-6 de la tarde.
Salió el pampero un par de veces, y lo propio hizo el 470 (tres tripulaciones: Desseno/Warnes, JP/Martín y Ebeling/Yasmin). No voy a comentar de cómo la última tripulación entró REMANDO a la bahía en el 470... Para quienes buscan la sorpresa, hasta su servidor fue visto a bordo del Pampero dando clase y todo, sin lloriquear por no navegar en 470, los alumnos pueden dar fe de ello.
La diligencia de los alumnos frente al pronóstico (que indicaba poco viento, mucho sol, mate y galletitas) hizo que tuviéramos por primera vez en mucho tiempo un exceso de facturas, bizcochitos y galletitas al punto que creo que algunos artículos (envasados) fueron guardados para la semana que viene. A riesgo de parecer un curso pachorro, hasta hubo torneo de truco (no a bordo, no es el casino flotante) entre quienes esperaban su turno.
En otras noticias, nuestro amigo el Sr. García salió con su 505 prístino y reluciente a dar una vuelta; el viento calmó sospechosamente tras la partida del 505 de la bahía. Los alumnos presentes pudieron ser testigos de este momento histórico en el que el padre intelectual y náutico del 470 surcó las aguas (esperemos que no por única vez en el año como se rumorea que suele pasar). Ahora parece que todos abandonaron el 470 y quieren tener un 505 cuando sean grandes.