Esta jornada comenzó, al menos por mi barrio, con una procesión de la comunidad íltalo-argentina, que como se ve pasaron por la puerta de mi casa llevando sus figuras religiosas, atuendos característicos y distintivos nacionales.
Eran unos cuantos.
Sonaba una orquesta caminante y se leían por parlantes partes de sus oraciones, como en la ciudad de Lujan, donde más tarde, por esos misterios de la vida laboral, fui a parar. Continuaba la tónica, al menos, a otra escala y sin más banderas que las que llevan los colores del Vaticano.
Sonaba una orquesta caminante y se leían por parlantes partes de sus oraciones, como en la ciudad de Lujan, donde más tarde, por esos misterios de la vida laboral, fui a parar. Continuaba la tónica, al menos, a otra escala y sin más banderas que las que llevan los colores del Vaticano.
Ahora, lo místico.
Entre otras cosas dentro del Museo Provincial de Transporte está exhibido el Lehg I, velero clase 8 metros internacional con el que Vito Dumas cruzó en solitario entre diciembre de 1932 y abril de 1933 el Oceano Atlántico, viniendo desde Arcachon(Francia) hasta Buenos Aires. El relato de esta travesía esta plasmado en su libro "Solo, rumbo a la Cruz del Sur".
Lo del número trece quedará al margen. Y despejará cualquier duda sobre la fama de Vito.
Dejo algunas fotos del velero para quien le interese.
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